El pasado 28 de octubre, el FC Barcelona goleó a su eterno rival en un partido de esos que jamás se olvidarán. La manita conseguida por los culés dejó K.O. al Real Madrid y a Julen Lopetegui, que fue destituido.
Tras mucho tiempo esperando el partido, llegaba el día en el que el Barça podía dar un golpe sobre la mesa o, por el contrario, resucitar un Real Madrid muy discutido. Con millones de espectadores pegados al televisor, daba inicio un nuevo Clásico.
El FC Barcelona no tardó demasiado en abrir la lata. Coutinho enviaba el balón al fondo de la red el que era el 1-0. En el primer Clásico del VAR, éste iba a intervenir tras un derribo dentro del área de Varane sobre Luis Suárez. Tras ver repetida la acción, el colegiado señaló penalti. Con la baja de Leo Messi, el delantero uruguayo se encargó de lanzarlo. Luis Suárez no falló y convirtió el tanto.
Con 2-0 llegamos al descanso. El FC Barcelona fue amo y señor de la primera parte. El Real Madrid tuvo sus mejores minutos al principio del segundo tiempo. Marcelo, que más tarde se marcharía lesionado, recortó distancias. Los de Lopetegui se veían capaces de puntuar en el Camp Nou, y tuvieron su mejor oportunidad en un disparo al palo de Luka Modric.
El Barça sí que no perdonó y aumentó la ventaja con un inapelable cabezazo de Luis Suárez. A partir de ese momento, apenas hubo más peligro por parte del Real Madrid. El charrúa volvió a marcar aprovechando un error defensivo de Sergio Ramos. De esa manera, Suárez lograba su hat-trik en un choque que siempre recordará.
Por si era poco, Arturo Vidal, que nunca ha escondido su antipatía por el club madrileño, anotó el quinto gol del Barça para sellar la manita. Este histórico encuentro se recordará siempre en ambas partes, aunque obviamente siempre lo hará más el FC Barcelona, el cual tiene este año como principal objetivo ganar la Champions League tras tres consecutivas del Real Madrid.
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