En la memoria del fútbol español sigue estando presente aquel comentado ascenso del Córdoba Club de Fútbol a primera división tras una anticipada celebración de los aficionados de la Unión Deportiva Las Palmas, que se quedaron con la miel en los labios cuando parecía conseguida la gesta.
Era junio de 2014 cuando el Córdoba y Las Palmas se enfrentarían en la final del play-off de ascenso a primera jugándose la tercera y última plaza en la máxima categoría del fútbol español. El Eibar y el Deportivo de la Coruña esperaban acompañante tras lograrlo de manera directa. Curiosamente, el Córdoba jugaría ese play-off tras haber quedado séptimo, pues el Barcelona B, que quedó tercero, no podía ascender por jugar el primer equipo en la categoría de oro.
En las semifinales del play-off, el Córdoba eliminó al Real Murcia y la UD Las Palmas al Sporting de Gijón. En el partido de ida de la final, disputado en el Nuevo Arcángel, el resultado fue 0-0, por lo que todo se decidiría en el estadio Gran Canaria.
Corría el 22 de junio cuando estábamos a punto de presenciar un choque que ya es historia de nuestro fútbol. El encuentro se marchó al descanso sin goles, pero al arrancar el segundo tiempo, Apoño adelantaba a Las Palmas en el marcador, colocando en ese momento al conjunto canario en 1ª.
Con el paso de los minutos, la afición local veía cada vez más cerca como se hacía realidad el sueño que llevaban tanto tiempo esperando. Tras añadir el colegiado el tiempo de descuento, un numeroso grupo de personas decidieron saltar a los alrededores del terreno de juego, obligando al árbitro a detener el choque hasta que la situación estuviera controlada. Este parón fue clave en la eliminatoria, pues tras la reanudación, Uli Dávila logró el tanto que daba un histórico ascenso al Córdoba CF y el cual dejó en evidencia a todos aquellos que tomaron la inútil decisión de saltar antes de que pitase Sánchez Martínez el final del partido.
Aquel día nunca se olvidará ni por una parte ni por la otra. Los andaluces dieron una lección de humildad por creer en el ascenso hasta el último momento, mientras que la UD Las Palmas, sobre todo aquellos aficionados que saltaron, aprendieron que los partidos no terminan hasta que pita el árbitro, y por eso no se puede celebrar antes de tiempo. En la siguiente temporada, la Unión Deportiva Las Palmas logró subir a primera sin que ningún aficionado invadiera el campo, mientras que el Córdoba descendió a segunda tras quedar último. Actualmente, ambos equipos juegan en segunda división.
Deja una respuesta