¿Será verdad que ya ha tocado el cambio de armario definitivo? En mi caso, ¡hace días ya! Esa indecisión de dejar algo “más abrigado” por si llueve de pronto, se ha acabado.
Y con ello llegan a nosotros nuevas inspiraciones, colores, estampados y cortes de prendas. Esta temporada nos vamos dejar seducir por el femenino largo ‘midi’. Sí, sí, es ese corte que triunfó con su esencia clásica irrumpiendo en todos nuestros escaparates. Se reinventa temporada tras temporada con aires renovados.
¿Alguna vez os habéis preguntado de dónde surge tanto revuelo por este tipo de corte? Fue en 1920 cuando las faldas midi se convirtieron en tendencia total gracias a la búsqueda de una renovación en la clásica falda de toda la vida. Las mujeres estaban hartas de llevar faldones que pesaban una barbaridad y que llegaban hasta los pies. Era el momento perfecto para provocar un cambio y seducir enseñando las piernas. Supuso un cambio total en el modo de entender la falda, pero lo cierto es que, desde entonces, no puede faltar en nuestro armario. Las faldas midi vivieron su momento más álgido en torno a los años 40, en los que ya la mayoría de las mujeres se lanzaron a ponérselas.
Fue en la década de los 60 cuando la minifalda arrasó por completo, aunque duraría pocos años. En los 70’s, las faldas midi se convertirían de nuevo en absoluta tendencia gracias a su aparición en diversas películas con personajes emblemáticos. Hoy en día se trata de una de las prendas imprescindibles en nuestro armario, puesto que vuelven a ser absoluta tendencia.
Y para qué nos vamos a mentir, quedan fenomenal con zapatillas y botines, además de con sandalias y alpargatas, y van de las flores a los frunces: hacerte con uno de ellos es asegurarse un look redondo toda la temporada.
El cambio de las temporadas ha hecho que lleguemos a convertir los vestidos en un pilar de buena parte de las colecciones de primavera-verano 2019. Así como de los looks de street style que llenan las pasarelas de inspiración y, en definitiva, de los armarios, de sus fondos y de sus prendas comodines indiscutibles.
Incluso aunque no sea una prenda a la que se le tenga un especial cariño, el reinado de su éxito a nuestro alrededor pone muy complicado escapar de ellos. ¿Lo bueno? Que la versatilidad es absoluta y que es extraño no encontrar uno que case con la escuela estética en la que se milita. Y, por tanto, también con las tendencias que estén dominando estos meses.
La cuestión reside en realizar una pequeña selección de aquellos que tienen una carga visual menor y, por tanto, más posibilidades de alzarse con el título de populares, de poder ser reutilizados en bastantes ocasiones y, qué demonios, de sobrevivir más tiempo en el armario.
La elección puede ser más o menos personal, pero yo me decanto por un color verde militar que nos vuelve a acompañar temporada tras temporada. Sin estampados que me puedan llegar a aburrir pero con corte de botones delanteros.
Os dejo con algunas fotos por aquí y muchas más por Instagram y Facebook.
¿Y a vosotros? ¿Qué tipo de básico en vestidos tenéis en vuestro armario de cara a la época de primavera-verano? ¿Habéis caído ya en la tentación de sacarlos?
No dejéis de visitarme para cualquier consulta que os pueda surgir en la que os pueda asesorar 😉
¡Besotes aplastantes, toneladas de optimismo intravenoso y hasta la próxima quincena!
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