Existe una maniobra llamada Versión Cefálica Externa, que consiste en la recolocación del bebé “con la cabeza hacia abajo”.
Esta maniobra se practicaba con mucha frecuencia en tiempos no tan lejanos, cuando realizar una cesárea suponía un riesgo importante para la madre, pues ni los antibióticos ni los procedimientos quirúrgicos eran tan avanzados como hoy en día, vaya esto por delante para tranquilizar a quien tenga indicada por alguna razón esta intervención quirúrgica, ya que tanto la anestesia como la técnica operatoria tienen un altísimo índice de seguridad hoy en día.
A pesar de lo dicho anteriormente, un parto normal (parto Eutócico) es siempre la opción más recomendable, la más sana tanto para la madre como para el recién nacido.
La seguridad de que cuanto más natural sea el parto, más seguro es para todos, ha hecho que se retome en nuestro medio la práctica de la Versión Cefálica Externa, que consiste en manipular, desde el exterior del abdomen, siempre con control ecográfico y monitorización del bienestar fetal, hasta colocar la cabeza en relación con el canal del parto para que sea posible el mismo por vía vaginal.
Esta maniobra requiere ciertas condiciones para que se pueda realizar con seguridad y con mayores posibilidades de éxito.
En primer lugar debe tratarse de un embarazo de bajo riesgo, sin necesidad de cuidados especiales por factores maternos (hipertensión, alteraciones de la coagulación, talla muy baja…), fetales (que es como denominamos al bebé mientras vive en el útero materno) o de la placenta, si está inserta muy cerca del cuello del útero o ha producido sangrados durante el embarazo no es recomendable intentar esta maniobra.
El perfil ideal es el de una madre que ya haya dado a luz (no es imprescindible), en la semana 37 de embarazo ya que el bebé no es demasiado grande aún y sí es lo suficiente maduro por si fuese necesario estimular el parto tras la versión cefálica.
No existe evidencia demostrada de riesgos ya que el número de versiones nunca ha sido muy grande como para hacer muchos estudios, a pesar de ello los textos científicos sí advierten de la posibilidad de que se rompa la bolsa amniótica o que se produjese sangrado de la placenta, lo que recomiendan los expertos y las guías de correcta práctica clínica es que se debe realizar en medio hospitalario, nunca ambulatoriamente, muy recomendable canalizar una vía venosa y administrar previamente medicación que relaje el útero ya que la manipulación puede estimular el inicio de contracciones y además hay que tener un quirófano disponible por si se produjese cualquier complicación, siempre se ha de realizar con control ecográfico y monitorización del bienestar del bebé con la vigilancia y el cuidado de todo el equipo de especialistas, ginecólogos/as , matronos/as, y resto del personal del paritorio y neonatología, en realidad los mismos que se encargarían de la atención en el caso de una cesárea.
¿Cómo se realiza la versión cefálica externa?
Se realiza en un paritorio, con todo dispuesto por si fuese necesario nada más terminar el inducir el parto, o por si se diese alguna complicación que requiriese atención. La embarazada puede estar acompañada por su pareja u otro acompañante que elija.
Es esencial canalizar una vía venosa y monitorizar el bienestar fetal previamente, en una camilla accesible por ambos lados un profesional manipula el abdomen dirigiendo alternativamente la cabeza y las nalgas del bebé haciendo que progresen con mucha paciencia hacia la posición deseada, otro profesional se encarga de auscultar el latido cardíaco y de verificar la posición con una sonda ecográfica.
El mejor momento es el final de la semana 36 de gestación o el inicio de la 37, aunque esto como todo debe personalizarse en cada caso.
¿Por qué dejó de realizarse?
Con el gran avance de la atención quirúrgica en los años 70 y 80 del pasado siglo, los riesgos de la cesárea disminuyeron espectacularmente, aunque no deja de ser una cirugía mayor, los riesgos inherentes a un parto normal, e incluso a los partos de nalgas en mujeres que no sean primíparas siempre han sido menores tanto para la madre como para el hijo.
¿En todo el mundo ha sido así?
En países con peor acceso a atención sanitaria especializada no se han abandonado las maniobras naturales, como la versión externa o los partos de nalgas o gemelares y no tienen peores resultados de morbi-mortalidad por ese motivo.
En otros países de nuestro entorno que sí tienen accesibilidad a hospitales, como por ejemplo en Escandinavia, nunca se abandonó la práctica de las versiones externas hoy estamos siguiendo sus pasos, incluso la O.M.S recomienda reducir el número de cesáreas y potenciar los partos naturales con gran evidencia a favor, tanto de menor mortalidad y complicaciones, como de mayor satisfacción de las familias en la vivencia del parto.
¿Dónde tengo que ir si necesitase que me ayudasen a colocar a mi bebé?
No hay que ir a ningún sitio especial, en todos los hospitales de la provincia de Málaga se oferta y se realiza, todos cuentan con los medios y de profesionales con la experiencia necesaria, en caso de que esté indicada al final del embarazo, en las consultas de bienestar fetal, lo que conocemos en Málaga por “consulta de Monitores” se diagnostican las presentaciones de nalgas y se oferta siempre que la madre sea candidata personalizando su caso y teniendo en cuenta todos los factores de su embarazo.
Por Hipólito Lucena.
Enfermero Especialista en Obstetricia y Ginecología (Matrón). Trabaja en el servicio de Partos del Hospital Materno Infantil de Málaga.
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