La lesión es un proceso que sin desearlo, desgraciadamente va asociado al deporte. Para poder actuar de manera correcta ante cualquier patología producida por la actividad física, lo primero que debemos tener claro es la raíz de la misma y su ubicación. Algunas de las lesiones más comunes que podemos encontrar si practicamos actividad física son:
- Contusiones: Las contusiones son las lesiones deportivas más frecuentes en la práctica deportiva. Principalmente se producen por golpes en la superficie del cuerpo que comprimen los tejidos subcutáneos y la piel. Normalmente van acompañadas de dolores, rigidez muscular, hinchazón, equimosis y/o hematomas. La manera de actuar frente a este tipo de lesiones es con crioterapia.
- Esguinces: Se trata de daño en los ligamentos que envuelven las articulaciones sinoviales del cuerpo. Su origen es derivado de una distención brusca o una torcedura de la articulación. Su gravedad es muy variable, va a depender del grado del mismo. Para su tratamiento, la mejor opción es acudir a un fisioterapeuta o rehabilitador que ayude a la articulación afectada a su pronta y correcta recuperación.
- Distenciones: Son lesiones de los músculos, los tendones o la unión entre estos dos, normalmente conocida como musculotendinosa. La gravedad de las distensiones que se producen en la actividad deportiva es muy diversa, ya que dependerá del nivel de desgarro que hayan sufrido las fibras musculares. Aunque en algunos casos, los ejercicios isométricos pueden ayudar a su recuperación, se recomienda acudir a un profesional de la salud que sea quien paute el protocolo.
- Luxaciones: Se trata del desplazamiento de las superficies contiguas de los huesos que forman una articulación. Se caracteriza por presentar un gran dolor e impedir la movilización de la articulación dañada. Para su tratamiento se deberá acudir de forma urgente a un centro sanitario donde sea el propio personal médico quien trate de recolocar la zona desplazada a su lugar de origen. Este tipo de lesiones son consideradas de gran gravedad y te mantendrán alejado de la práctica deportiva por un tiempo.
- Fracturas: Se definen como roturas o fisuras de los huesos. Pueden ser cerradas o abiertas. Su tratamiento deberá ser pautado por el personal médico y dependiendo del nivel de gravedad se puede tratar con reposo o incluso puede requerirse en algunos casos una intervención quirúrgica que ayude a unir el hueso dañado.
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