Si hay un tema en nuestra sociedad que está de moda desde hace unas cuantas semanas ese no es otro que la posible independencia de Cataluña. Muchos son los aspectos que cambiarían si esto algún día llegara a ocurrir, pero ¿cómo afectaría en el panorama futbolístico?
El presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, ya ha dejado claro que los clubes catalanes no podrían formar parte de las competiciones españolas: ni de la Liga ni de la Copa del Rey. Esta última competición ya ha sido motivo en los últimos años de expresar la ideología independentista por parte de un sector de la afición, en este caso, del FC Barcelona.
Los grandes jugadores dejarían sus equipos, sobre todo los de primera división, ya que sus rivales tienen un nivel muy inferior, cómo ahora después veremos, comparado con los equipos contra los que compiten actualmente: Real Madrid, Atlético de Madrid, Valencia, Villarreal, Sevilla, Athletic Club, etc… Los clubes catalanes perderían también nivel económico, ya que al salir sus mejores jugadores, sus presupuestos bajarían en una parte muy importante.
En caso de que Cataluña se independizara su liga estaría formada por: FC Barcelona, Espanyol y Girona, que juegan actualmente en primera división, Gimnàstic de Tarragona y Reus, que están en segunda, Llagostera, Peralada, Lleida, Badalona, Olot, Cornellá y Sabadell, que están en segunda B, y por último los equipos de tercera división, que son el Hospitalet, Prat, Santfeliuenc, Figueres, Horta, Terrasa, Europa y Castelldefels.
Si los comparamos con las plantillas actuales sabemos que el FC Barcelona se llevaría de calle esta competición, pero con la salida de casi toda, o incluso toda, su plantilla actual, no sabemos lo que podría pasar con ese club y el resto, los cuales algunos se verían incluso con la obligación de desaparecer. No sólo perderían los clubes catalanes con la independencia, sino que España también perdería un gran reclamo, porque diríamos adiós al partido más seguido en el planeta Tierra, el clásico entre Barça y Madrid.
Por el bien del fútbol, y si nos ponemos patriotas por el de España, esperamos que nunca ocurra la independencia, ya que futbolísticamente hablando perderían nivel nuestras diferentes categorías y nos haría tener que reestructurar todas las competiciones españolas, provocando un caos con los ascensos y descensos.
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