A veces en la vida nos negamos a evidenciar lo que es una realidad. Desde el inicio del verano los rumores sobre la salida de Cristiano Ronaldo del Real Madrid eran noticia, y según pasaban los días esto cogía más fuerza. Pasado los primeros diez días del mes de julio, un comunicado hacía oficial lo que todo madridista tenía la mínima esperanza de que no sucediera: Cristiano fichaba por la Juventus.
En 2009, Florentino Pérez presentaba a su último fichaje, un futbolista procedente del Manchester United que había costado nada más y nada menos que 96 millones de euros, la contratación más cara de la historia del fútbol en ese momento. La presentación estuvo a la altura del fichaje, con un Santiago Bernabeu igual de lleno que en un partido del Real Madrid y que incluso agotó las camisetas de la nueva estrella blanca en la tienda oficial del club.Con el 9 a la espalda, Cristiano Ronaldo ya apuntaba a goleador cuando disputó sus primeros partidos. Eso sí, seguro que nunca imaginó que se marcharía siendo el máximo goleador de la historia del Real Madrid CF. Una de las primeras noches en las que el astro portugués conquistó a la afición blanca fue con el gol al FC Barcelona en la final de la Copa del Rey disputada en el año 2011, en la que de no haber sido por la victoria de los blancos, el mejor Barça de la historia se hubiera consagrado como invencible.
A lo largo de sus nueve temporadas con la elástica merengue, Cristiano Ronaldo ha dejado muchos momentos que ningún aficionado vikingo olvidará. Un gol suyo calmó al Camp Nou para dar la famosa liga de los 100 puntos al Real Madrid. El FC Barcelona ha sido una de sus mejores víctimas desde que llegó a Chamartín, pues los Clásicos nunca serán lo mismo sin la eterna batalla entre Messi y Cristiano. El luso también puso los puntos sobre las íes al Atlético de Madrid, enseñando que quien mandaba en la capital eran los que jugaban de color blanco. En Champions es punto y a parte, pues el máximo goleador de la competición destrozó todos los récords, además de levantar el trofeo en cuatro ocasiones con el Real Madrid.
La especialidad de Ronaldo son los goles, y eso nadie lo puede discutir. En el Real Madrid ha metido goles para todos los gustos. Algunos de sus más recordados en cuanto a belleza son el tacón al Valencia en un partido liguero que terminó con las aspiraciones blancas al título, el trallazo desde fuera del área al Atlético de Madrid con aquella celebración señalandose la pierna o la chilena que dio la vuelta al mundo al que ahora es su equipo, la Juventus. Por goles, incluso anotó uno en propia puerta ante el Granada que propició el pinchazo del Real Madrid en Los Cármenes.
Cristiano Ronaldo se marcha como leyenda, siendo el mejor jugador de la historia del club junto a Di Stefano. Eso sí, ahora os hablo como madridista, yo soy de mi equipo y no de un jugador. Por eso yo le deseo lo mejor a Cristiano en la Juve, pero en Champions quiero que no le vaya perfecto, pues eso sería una mala noticia para el Real Madrid, y el escudo está por encima de todo. A los que yo voy a apoyar cada semana, y celebraré sus victorias y lloraré sus derrotas, son los que llevan en el pecho el escudo del Real Madrid, no los que juegan en otros equipos. Para terminar, solo queda decir gracias, Cristiano, pero adiós, ha sido tu decisión y se respeta, pero los madridistas somos del Real Madrid, no de ningún futbolista.
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