Ahora que estamos en plena segunda ola de la pandemia, pasar más tiempo en casa es el mejor consejo. Sin embargo, los planes en lugares de exterior son también una buena oportunidad para airearse. El plan que os propongo hoy es visitar uno de los rincones con más encanto de Málaga: el Jardín Botánico de Málaga.
Se trata de un lugar perfecto para descubrir una mañana de sábado o domingo, sin aglomeraciones, bastante económico y que nos permita disfrutar del buen tiempo. A mí parece, lo que más especial hace este remanso de paz es su historia.
El nombre oficial de este parque es Jardín Botánico Histórico La Concepción. Y es que La Concepción era cómo se llamaba a la hacienda que ocupaba varias fincas al norte de Málaga y donde se cultivaba cereal, almendros, olivos, entre otros frutos.
Su creación se la debemos a Jorge Loring Oyarzábal y Amalia Heredia Livermoro, ambos empresarios y marqueses de Casa Loring. Llegaron a Málaga dispuestos a hacer fortuna y la idea del jardín rondaba por su cabeza desde su luna de miel por Europa. Durante ese viaje de novios descubrieron muchos parques, haciendas, palacios y botánicos que sembraron en ellos las ganas de tener un jardín propio repleto de plantas autóctonas y exóticas. De ello se encargó un jardinero francés de nombre Jacinto Chamoussent.
Históricamente, el jardín fue conocido por toda Europa por la colección de restos arqueológicos recuperados por el matrimonio. Todas estas piezas las recopilaban en el Museo Loringiano, ubicado dentro del Jardín Botánico de Málaga y fácilmente reconocible cerca de la salida del mismo pues se trata de un templete dórico construido en 1859. Aunque hoy en día el Museo sigue en pie, toda la colección de los marqueses de Casa Loring está dividida hoy en día entre el Museo Arqueológico Nacional y el Museo Provincial de la Aduana en Málaga.
De Bilbao a Málaga
En 1911, el Jardín Botánico de Málaga fue adquirido por Rafael Echevarría y Amalia Echevarrieta, un matrimonio de Bilbao que decidió agrandar el jardín construyendo nuevos espacios como la famosa Avenida de Palmeras, el arroyo de la Ninfa o el Mirador. También incorporaron esculturas contemporáneas, dotando de una elegancia clásica a La Concepción.
Tras la muerte del matrimonio, fue el hermano de Amalia quien se hizo cargo de la hacienda hasta su fallecimiento en 1963. Hasta la década de los 90, debido al abandono del recinto, sus edificios y jardines, La Concepción vivió su fase más decadente. Finalmente, en 1999 el Ayuntamiento de Málaga adquirió la concepción y tras una fase de obras y rehabilitación, el Jardín Botánico de Málaga se abrió al público en 1994.
Qué ver en el Jardín Botánico de Málaga
Con un diseño paisajista, adentrarse en el Jardín de Málaga es sentirse lejos de la ciudad y del mar, envolverse de una fauna y flora.
Grandes árboles, puentes, cascadas, fuentes, escalinatas, riachuelos y también invernaderos. Incluso una Avenida de Palmeras puedes encontrar en el Jardín Botánico de Málaga. A mí me gustaron especialmente los pinos, el estanque de la Ninfa, el bosque de bambú y los nenúfares. Sin embargo, hay más de 3.000 especies en la finca, así que tienes variedad para escoger tu preferido.
Mención especial para la Casita del Jardinero, donde hay una exposición permanente en la que se cuenta la historia de la hacienda La Concepción con… ¡Barbies! Aunque, a mi parecer, un poco descuidada, la exposición bien merece la pena dedicarle unos minutos. Es idea del artista Alberto Martín, especializado en crear instalaciones con muñecas Barbies. Para llevar a cabo este proyecto, Martín estudió fotos de la época y reconstruyó las escenas de dichas fotos utilizando Barbies pero también otros muñecos célebres como Ken o Madelman.
Otra opción de plan en el Jardín Botánico de Málaga es seguir la ruta de los miradores, con áreas de descanso y paradas escénicas con vistas a la ciudad de Málaga y la colección de frutales. Durante el mes de noviembre también celebran las Tertulias Café con Ciencia, en grupos reducidos de 10 personas (más información en su Facebook).
Información práctica
El Jardín Botánico de Málaga abre de martes a domingo, de 9:30 a 17:30.
La entrada cuesta 5,20€ o 3,10 reducida (menores de 16, estudiantes hasta 26, pensionistas y jubilados).
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