La tragedia sacudió el mundo del fútbol a finales del pasado mes de noviembre cuando un equipo brasileño sufrió un terrible accidente aéreo en el que murieron 76 personas. En aquel fatídico vuelo sólo salvaron la vida cinco personas: tres jugadores, un periodista y una azafata.
El Chapecoense volaba a Colombia para disputar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana. Los brasileños habían sido el equipo revelación del torneo, y estaban a un sólo paso de la gloria.
Desgraciadamente, el que era el vuelo más importante de la historia del club acabó siendo el último.
Según las distintas informaciones todo indica que fue un problema de combustible. El avión tenía el combustible justo para llegar a Medellín, y el haber estado un rato volando en círculos antes de aterrizar provocó que el avión se estrellara en mitad de la noche.
El mundo del fútbol se ha volcado con este suceso. Por ejemplo, el París Saint Germain ha donado cuarenta millones de euros para el club y las familias de los fallecidos, o Cristiano y Messi, que también han decidido donar dinero para todos los afectados.
Deportivamente hablando, el equipo con el que se iba a enfrentar el Chapecoense ha pedido a la organización que el título se lo den directamente al conjunto brasileño. Gran gesto de su rival, el Atlético Nacional.
El planeta fútbol se ha unido al dolor de Chapecó en algo tan importante cómo es la pérdida de tantas vidas humanas.
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