La historia del Sevilla FC no podría contarse sin nombrar a Antonio Puerta, un futbolista que escribió la primera página de la década más gloriosa del club hispalense.
Corría un 27 de abril del año 2006 cuando el Sevilla FC se enfrentaba en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa de la UEFA al Schalke 04 tras un 0-0 en el encuentro disputado en Alemania. La capital andaluza estaba inmersa en la Feria de Abril, pero esa noche nadie quería perderse ese partido. Tras disputarse los 90 minutos de juego reglamentario, el marcador seguía sin moverse, hasta que llegó la prórroga que todo cambió. En el minuto 110, un zurdazo dentro del área de Antonio Puerta metía al Sevilla FC en su primera final de esta competición, la cual terminaría ganando tras golear en la final al Middlesbrough.
El palmarés de Antonio Puerta con el club sevillista no está nada mal, teniendo en cuenta que gran parte de estos títulos fueron gracias a él. A nivel nacional, el futbolista consiguió una Copa del Rey y una Supercopa de España, mientras que a nivel continental levantó dos Copas de la UEFA y una Supercopa de Europa.
La tragedia comenzó a hacerse realidad en la primera jornada del Campeonato Nacional de Liga de la temporada 2007/2008. El día 25 de agosto, el Sevilla FC recibía en casa al Getafe con la intención de sumar los tres primeros puntos del curso. A la media hora de juego, Antonio Puerta se desmayaba tras un paro cardiorrespiratorio. El estadio enmudecía al ver esa imagen, y sus compañeros corrían preocupándose por el estado de salud del dorsal número 16. Su compañero Dragutinovic hacía lo posible sobre el terreno de juego para que Puerta no se tragara su lengua, ya que esta situación hubiera provocado la muerte inmediata por asfixia.
Antonio Puerta abandonó el campo por su propio pie, pero en el vestuario sufrió varios desmayos más. El jugador fue reanimado gracias a un desfibrilador, e inmediatamente, fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, donde esa misma noche tuvo varios paros cardiorrespiratorios.
Por la mañana, los médicos avisaron del estado crítico del futbolista, y sobre las 14:30h se confirmaba su muerte por falta de nutrientes y oxígeno en el cerebro. Antonio Puerta iba a ser padre, ya que su novia estaba embarazada de ocho meses, pero tras el terrible suceso, el futbolista se marchaba de este mundo sin poder conocer a Aitor, su hijo.
En la actualidad no hay partido en el que la afición sevillista no se acuerde de él, ya que dejó huella en cada uno de los corazones que pueblan el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, además del sentimiento que produce en todos los aficionados al fútbol español, los cuales lo recordamos como un jugador que se marchó demasiado pronto, y que quizás, si aún estuviera con nosotros, hubiera levantado algún título con nuestra selección.
Imagen: http://www.sevilladirecto.com/
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