“Soy de sonrisa fácil. A veces sin querer y otras intencionadamente, acompañada de un guiño, de un abrazo o incluso de alguna lágrima. Depende de la persona, animal o cosa, y del contexto. Depende mucho del contexto.
Porque en el lugar de donde vengo me enseñaron que hay que sonreír frente a todas las adversidades, que la vida es menos traicionera contigo cuando alguien te dedica una sonrisa y que las arrugas de las comisuras son las que más gusta recordar. Regala sonrisas, siempre. A quien sea y cuando sea.
Para a pensar en los efectos de hacer una mueca con tus labios, enseñes o no los dientes, más o menos amplia, más o menos blanca… hazlo. Y sí, es una orden. AHORA.”
Baila hasta despeinarte, grita a contracorriente, salta de felicidad, sal corriendo debajo de la lluvia, ríete de tus defectos, ríete de los de los demás, que el sonido de tu carcajada inunde el silencio de la calle y que todos giren a tu alrededor preguntándose qué es lo que te pasa. Agradece todo lo afortunado/a que eres por tener lo que tienes, disfruta de la gente que te quiere, los de verdad, y quiere tú también con más intensidad que nunca, sin importar el cómo, el dónde o el por qué. Que sobren los motivos y falten los pretextos Canta debajo del agua de la ducha, da vueltas en ti mismo hasta marearte. Gira, gira, gira más alto que aquella noria gigante que recuerdas de tu infancia. Sube a la cima más alta que encuentres, abre los brazos y respira. ¿Lo sientes? ¿Y sabes qué? no encuentres el término medio, no lo hagas ahora, da igual. Ahora no importa. Solamente vive.
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