El próximo 27 de mayo, el Deportivo Alavés tiene una oportunidad histórica de conseguir su primer gran título. El conjunto vasco disputará en el estadio Vicente Calderón la final de la Copa del Rey. El duelo es un ‘David contra Goliat’ en toda regla, ya que enfrente se encontrarán con el rey de copas, un FC Barcelona que cuenta con la vitola de ser el equipo que más veces ha levantado este trofeo.
La competición empezó muy bien para el conjunto alavesista. En la primera ronda que disputaron, le endosaron un set global al Gimnàstic de Tarragona, consiguiendo el mismo resultado de tres goles a cero en ambos partidos. En octavos de final el sorteo les deparó al Deportivo de la Coruña cómo rival. Esta eliminatoria la pasaron gracias a la ventaja de los goles fuera de casa, ya que empataron a dos en Riazor y a uno en Mendizorroza.
En cuartos de final les tocó la cenicienta del sorteo. El ‘Glorioso’ se enfrentaría al Alcorcón, el único equipo de segunda división que quedaba vivo en la competición. Dos tantos conseguidos por Ibai Gómez en tierras madrileñas fueron suficiente para que los de Mauricio Pellegrino se colaran entre los cuatro últimos supervivientes de esta edición. En semifinales evitaron a Barça y Atlético, y volverían a Galicia, en este caso para jugar contra el Celta de Vigo. La eliminatoria parecía encaminada a la prórroga tras el empate a cero en Vigo y que pasaba el minuto 80 en el campo del Alavés y seguía sin haber goles. Este hecho lo evitó Édgar Méndez con un histórico gol que daba el pase a la gran final al conjunto de Álava.
Lo que ha conseguido este equipo esta campaña es una gesta muy infravolarada. El Deportivo Alavés jugaba la temporada pasada en segunda división, y en sólo un año, han ascendido a primera división, ni se han acercado a la zona de descenso en la máxima categoría del fútbol español y además tienen la oportunidad de acabar el curso con un título que desataría la locura entre todos sus aficionados. Los hinchas más veteranos del conjunto alavesista ya tuvieron la ocasión de ver a su equipo en una final, aunque en ese caso fue de la conocida entonces por Copa de la UEFA, equivalente hoy en día a la Europa League. Los recuerdos de aquel día no son precisamente buenos, ya que cayeron en la prórroga frente al Liverpool.
A pesar de que la competición liguera aún no ha concluido, el tener los deberes hecho desde hace ya varias jornadas atrás ha permitido al Deportivo Alavés tener la mente puesta en la final copera desde mucho antes que su propio rival. Tanto jugadores cómo afición sueñan con ver a su capitán, Manu García, levantando el trofeo tras haber dejado sin premio al FC Barcelona. Al ser una final, sólo hay dos opciones, o revivirán la trágica situación de perder una final cómo les pasó a los entonces jugadores del Alavés en el año 2001, o por el contrario, lograrán tocar el cielo en un día que no olvidarán a lo largo de sus vidas.
Imagen: Twitter.com
Deja una respuesta