Caminar es una fantástica manera de dar de lado a la vida sedentaria y la inactividad, además de ser económica, es una manera muy buena de conocer nuevos lugares y crear lazos de amistad con los compañeros.
Nuestra anatomía y fisionomía está perfectamente diseñada para la marcha, por lo que nuestro cuerpo es capaz de mantener largas distancias de desplazamientos a pie de una manera eficiente, sea cual sea, a priori, la condición física del sujeto.
Cuando hablamos de caminar claramente nos referimos a mantener un ritmo constante que nos eleve las pulsaciones, no caminar en un centro comercial mirando los escaparates. Un buen ritmo a la hora de mantener una marcha que nos pueda aportar beneficios podría ser a un ritmo de entre 5-8 km/h, siempre dependiendo del nivel de condición física del usuario, sus necesidades y limitaciones, ya que habría que adaptar la intensidad del ejercicio de manera individual a cada persona.
A la velocidad mencionada estamos induciendo a que tu cuerpo realice un mayor gasto energético, porque además de los beneficios sociales que te puede aportar si lo haces en grupo, te ayudará a lucir un cuerpo más saludable.
¿Qué beneficios aporta el caminar cómo hábito?
Atendiendo a las últimas revisiones sistemáticas sobre la materia, se ha observado que caminar conlleva una mejora de numerosos factores como:
- Mejora del estado físico, recibiendo los mismos beneficios para la salud, que el trabajo dentro de los gimnasios.
- Pérdida de peso, elevando la quema de calorías totales diarias y creando déficit calórico que te hará eliminar la grasa.
- Controla y regula la presión sanguínea que ayuda a mantener la tensión dentro de los niveles recomendados como saludables.
- Mejora del Índice de Masa Corporal o IMC y el VO2max.
- Prevención de enfermedades cardiovasculares.
- Mejora de la calidad de vida, sintiéndote más ágil.
- Ayuda a combatir el colesterol.
- Mejora la depresión. Te verás mejor, aumentará tu autoestima y si además practicas la marcha acompañado, los beneficios sociales son innumerables.
¿Cuánto tiempo debes caminar?
Un estudio de la Universidad de Arizona estableció las siguientes categorías para sujetos adultos sanos:
- Realizar menos de 5000 pasos al día, se considera ser sedentario.
- Entre 5000-7500 el nivel de actividad es bajo.
- A partir de 10000 pasos, se puede considerar una persona activa.
- Superar los 12500 pasos al día, es un indicador de que la persona es muy activa.
Pero bien, ¿cuál es la equivalencia en tiempo de esos pasos?
Se ha llegado a estimar que unos 10. 000 pasos tienen una equivalencia en tiempo de 1 hora y 40 minutos. Por lo que es un tiempo que todo el mundo puede emplear y por ello no debe existir ningún tipo de excusa para no realizar, aunque sea, este tipo de actividad.
No tienes por qué caminar de manera consecutiva durante dos horas seguidas, ya que acudir a la compra andando, pasear al perro o ir a tomar un café a pie, hará que te mantengas activo y al final del día, hayas conseguido sumar pasos a tu cómputo total, beneficiándote de todo lo que esta actividad provoca en tu organismo.
Si te aburre el andar, ¿Qué puedes hacer?
Se ha demostrado que caminar en grupo organizado ayuda a crear adherencia a la actividad, además de mejorar el estado de ánimo, por lo que te recomiendo que busques compañía para salir a caminar. Comienza con paseos cortos, que generen una costumbre al ejercicio, para posteriormente ir añadiendo distancia o velocidad al caminar.
Poco a poco irás sintiéndote mejor y estoy seguro que cada vez tu vida será más activa. Acabarás olvidando coger el coche y te desplazarás a pie a la mayor parte de los lugares.
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