La persona adicta intenta recuperar a través de cosas o comportamientos externos, algo que ha perdido internamente y que era vital para ella. Mediante la dependencia (alcohol, droga, alimento, cigarrillo, deporte, sexo), quiere colmar este vacío, esta desesperación y esta tristeza. Al no proporcionarle lo que busca repite una y otra vez, convirtiendo ese gesto o consumo o acto en abusivo.
Las adicciones siempre son conflictos relacionados con mamá, pues ella fue nuestra primera “adicción” y la más importante en la vida. Eso a lo que somos adictos nos devuelve a ese amor, reconocimiento y protección de mamá que tuvimos y perdimos, o que nunca llegamos a tener (en tal caso la adicción suele ser más compulsiva). El resentir es: “No soy capaz de afrontar una situación”.
Las adicciones esconden algo (un “fantasma”, un secreto familiar, una experiencia vivida, etc.), evitan el contacto con esa emoción que queremos ocultar porque nos hace daño, que puede ser un sentimiento de vacío existencial, falta de amor, sentirse solo, desconexión con uno mismo, etc. Nuestra realidad nos hace sufrir y la adicción enmascara nuestro sufrimiento (nos permite huir del “fantasma”), de forma temporal para luego recrudecerlo. Para protegernos nos crea una emoción sucedánea que parece llenarnos pero que termina dependiendo solamente de la sustancia o comportamiento externo.
Salud en tu mente
Miopía
Es una anomalía visual. El ojo miope tiene la vista corta. Sólo ve con claridad los objetos cercanos y percibe con dificultad los lejanos.
Su conflicto es de miedo por la espalda, miedo al futuro, desconfianza en el porvenir.
Su sentido biológico es fijar la vista en lo que se encuentra cerca y no querer ver lo que se ve lejos. Puede que el peligro se encuentre en las inmediaciones, o es probable que no queramos ver a alguien que está lejos o que ha muerto.
La persona con miopía alberga inseguridad frente al porvenir, le hace ver los acontecimientos más graves y más inquietantes de lo que son en realidad. Es como si no estuviera lista para enfrentarse a ellos. Puede ver lo que está cerca de ella, pero su visión lejana es confusa a causa de los músculos oculares contraídos y tensos. Por lo tanto, puede tratar con su realidad inmediata y su vida diaria con gran facilidad, pero le es difícil crear su propia visión del futuro y ver las posibilidades frente a ella ya que debe superar el miedo a lo que viene.
La persona miope puede tener tendencia a estar molesta e introvertida, lo cual puede resultar de experiencias de su infancia que vivió como pavorosas o abusivas (por ejemplo la mirada hostil o rabiosa de uno de los padres).